Generación de informes y análisis: Tener visibilidad sobre las ventas, oportunidades, rendimiento y otros indicadores clave.
Es fundamental que el CRM te permita realizar las tareas principales sin complicaciones y sin incluir funcionalidades innecesarias.
Integraciones con otras herramientas
Las pequeñas empresas suelen utilizar varias herramientas para gestionar diferentes aspectos del negocio: correo electrónico, plataformas de ecommerce, software de contabilidad, redes sociales, etc. Un buen CRM debe ser capaz de integrarse con estas herramientas, evitando la duplicación de esfuerzos y garantizando que la información fluya de manera eficiente entre los sistemas.
Escalabilidad
Aunque una pequeña empresa no necesita un CRM tan complejo como el de una gran corporación, es importante elegir una herramienta que pueda crecer con el negocio. A medida que la empresa aumenta en tamaño, también lo hacen las necesidades de gestión de clientes. Asegúrate de que el CRM pueda adaptarse a nuevas necesidades sin necesidad de cambiar de plataforma a medida que tu negocio crece.
Coste y opciones de pago
El coste es un factor clave, especialmente en pequeñas empresas que buscan maximizar su inversión. Es importante evaluar los diferentes planes de pago, asegurándose de que el precio sea razonable según las funcionalidades que ofrece. Algunos CRM ofrecen planes gratuitos o freemium, que permiten probar la herramienta antes de comprometerse con una suscripción mensual o anual.
Además, ten en cuenta los límites de los planes gratuitos (como el número de usuarios, contactos o funcionalidades disponibles) y evalúa si una opción de pago te ofrece un retorno de inversión que justifique el coste.
Soporte al cliente y recursos de formación
Incluso las herramientas más sencillas pueden generar dudas. Por eso, es fundamental contar con un buen soporte al cliente. Asegúrate de que el CRM ofrezca asistencia técnica rápida y efectiva, ya sea a través de chat, correo electrónico o teléfono. Además, es útil que disponga de recursos educativos como tutoriales, artículos de ayuda o vídeos que faciliten el aprendizaje y uso del sistema.
En resumen, al elegir un CRM para pequeñas empresas, debes optar por una herramienta que sea fácil de usar, asequible, flexible y capaz de integrarse con las herramientas que ya utilizas. La escalabilidad es importante para acompañar el crecimiento de tu empresa, y las funcionalidades deben estar alineadas con tus necesidades. Un CRM adecuado puede mejorar enormemente la organización y la eficiencia de las interacciones con los clientes, optimizando procesos y ayudando a tomar decisiones informadas.