El terminal punto de venta (TPV o POS) es el corazón de la gestión comercial presencial, ya sea en tiendas físicas, hostelería o cualquier negocio que atienda al cliente cara a cara. Elegir el TPV adecuado no solo facilita las ventas, sino que también mejora la gestión del inventario, el control financiero y la experiencia del cliente. Estos son los factores esenciales a valorar:
Facilidad y rapidez en el proceso de venta
El sistema debe permitir realizar cobros de forma ágil, con una interfaz sencilla que reduzca los tiempos de espera. Esto incluye soporte para distintos métodos de pago: efectivo, tarjetas (contactless, chip, banda), pagos móviles (Apple Pay, Google Pay) y vales o cupones.
Hardware adaptado al negocio
El TPV puede incluir pantallas táctiles, impresoras de tickets, lectores de códigos de barras, cajones portamonedas, balanzas, y dispositivos para pagos con tarjeta. Es clave elegir un hardware robusto, compatible y adecuado al espacio y flujo de clientes.
Gestión integrada del inventario y catálogo
Un buen TPV debe sincronizar las ventas con el stock en tiempo real, actualizar automáticamente cantidades y alertar sobre productos agotados o próximos a agotarse. También debe facilitar la gestión de variantes (tallas, colores), promociones, descuentos y ofertas especiales.
Funciones específicas según sector
Cada sector tiene necesidades particulares. Por ejemplo, en hostelería es útil gestionar mesas, comandas, división de cuentas o reservas. En retail puede ser importante la gestión de devoluciones, fidelización y programas de puntos.
Informes y control financiero
El TPV debe generar reportes detallados de ventas diarias, productos más vendidos, ingresos por empleado o turno, y resúmenes para cierre de caja. Esto facilita la toma de decisiones y la conciliación contable.
Integración con otros sistemas
Idealmente, el TPV se conecta con el software de gestión empresarial (ERP), contabilidad, CRM o comercio electrónico, para unificar datos y automatizar procesos administrativos.
Seguridad y control de accesos
El sistema debe permitir definir perfiles y permisos para diferentes usuarios, garantizar la protección de datos y asegurar que cada transacción queda registrada con trazabilidad. El cumplimiento del RGPD y normativas locales es fundamental.
Soporte para ventas offline y sincronización automática
En zonas con conectividad limitada, es importante que el TPV funcione sin conexión y sincronice datos automáticamente cuando vuelva a estar online, evitando pérdida de información o interrupciones en el servicio.
Escalabilidad y flexibilidad
El TPV debe adaptarse al crecimiento del negocio, permitiendo añadir terminales, usuarios o funcionalidades extra sin complicaciones ni costes desproporcionados.
Costes y modelo de contratación
Evalúa si el TPV se ofrece con hardware en propiedad o en alquiler, costes de licencias, comisiones por transacción y soporte técnico. El modelo debe ajustarse al presupuesto y volumen de operaciones de tu empresa.